"El reinado del contenido"
Una vez tomé un curso de fotografía. No sabía nada de ese arte, sólo me gustaban las fotos e, ilusa, quería tomarlas como una profesional. Mientras mi profesor se empeñaba en explicarme meticulosamente los conceptos técnicos como la importancia de la luz, la velocidad, el ángulo o la composición, yo, impaciente, quería cortar camino y saber que cámara debía comprar para de una vez por todas tomar las mejores fotos.
El me dio una de las mejores lecciones de mi vida: si vas a escribir un poema, me dijo, que más te da si lo escribes con un lápiz sobre una servilleta o con la última Mac del mercado.
Lo que importa es lo que tengas que decir, las palabras, el ritmo, la reacción que provocas en el otro y, sobre todo, la práctica y la consistencia. Lo demás son herramientas que tienes que aprender a usar a tu favor, pero ellas no crearán nada por ti.
Recuerdo con frecuencia estas palabras porque como comunicadora que busca que sus clientes transmitan lo mejor de ellos, veo como en este mundo dominado por la tecnología se va olvidando la importancia del mensaje y se confía más en el medio y la inmediatez en pos de generar “contenido”.
Hoy, “contenido” es la palabra de moda en el mundo de la comunicación. Se habla todo el tiempo de crear contenido, de apps y programas que mejoran fotos, textos, videos en una vorágine interminable que sólo parece engordar los canales de las redes sociales. Pero, ¿cuánto de este contenido realmente queda grabado en una audiencia cada vez más activa, que selecciona lo que consume y que aparentemente no compromete su fidelidad? Creo que no mucho.
La clave no está en el lápiz ni en la Mac, sino en que ese contenido tenga algo que decir, que cuente una historia, que enganche. Ya puede venir en cualquier formato: un texto, una fotografía, un meme, un video o un tuit (los hay geniales), lo importante es que transmita un mensaje porque aunque la tecnología avance a pasos agigantados, nunca hará por nosotros esa tarea creativa y única que nos hace grandes como seres humanos: la capacidad de comunicar.