He sido periodista por más de 15 años, y aunque ya no trabajo en una redacción y llevo ocho años dedicada a las relaciones públicas, mi alma -y mi cabeza- siempre serán las de un periodista.
Con Yaneiza, que también es periodista pero de producción televisiva, siempre hablamos de la importancia de acertar con el pitch, una herramienta básica que parece simple y sencilla, pero no lo es.
Digo que parece sencilla porque su mecánica es bastante básica:
- Tengo algo que anunciar que puede interesarte.
- Aquí tienes toda la información.
- ¿Te interesa compartirla con su público?
- Estaré encantado de concertar una entrevista con nuestro portavoz.
Bastante sencillo. Debería funcionar siempre, pero no es así.
La realidad es que los periodistas suelen estar inundados de noticias que las marcas y los profesionales de las relaciones públicas consideran extremadamente importantes o interesantes. También es cierto que el tiempo de un periodista es limitado, que los recursos en los medios de comunicación son cada vez menores y que los departamentos de ventas, en lugar de los redactores, son quienes a veces responden a las propuestas de relaciones públicas.
Sin embargo, en Twin Minds Media creemos en el poder de un buen pitch. A lo largo de los años, hemos perfeccionado nuestro oficio y el arte de redactar propuestas, preguntándonos siempre: "Si yo estuviera en una redacción ahora mismo, ¿me interesaría cubrir esta noticia?"
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El discurso tiene que ser el adecuado para generar interés, despertar la curiosidad y crear una sensación de urgencia. Teniendo esto en cuenta, he aquí 5 errores importantes que no puedes permitirse cometer al dirigirte a los medios de comunicación.
1. Evita enviar pitches por mandar
Olvídate de los correos electrónicos masivos. Adapta tus propuestas a los periodistas a los que te diriges. Propón solo algo que creas que da en el blanco en cuanto al tipo de historias que cubre el periodista. Lo último que quieres es ganarte una mala reputación y que bloqueen o borren tus correos electrónicos por enviar repetidamente propuestas irrelevantes.
2. Evita las palabras de moda
Elija bien las palabras. Elabora un discurso que les hable a ellos. Hazlo interesante y elegante, pero evita las palabras de moda que los periodistas están cansados de oír, como "vanguardista", "revolucionario" o "innovador".
3. Lo breve y conciso es mejor que lo largo y detallado
El tiempo es oro. Lo importante es ser rápido y conciso. Sé directo y ve al grano. Recuerda que un pitch bien elaborado es un teaser, no un informe exhaustivo. Piensa que es el tráiler que atrae a los espectadores a ver la película entera. Sé conciso, crea una expectativa y despierta la curiosidad del periodista para que se quede con ganas de saber más.
4. Ofrece todos los recursos posibles para facilitar el trabajo
Ofrece tantos recursos como sea posible para facilitar el trabajo: entrevistas, fotos, información de fondo. Enviar una propuesta no es más que el acto inicial; la verdadera actuación tiene lugar en las interacciones posteriores. Una vez que tu propuesta está ahí fuera, la atención debe intensificarse, no disminuir. A menudo, los periodistas trabajan con plazos muy ajustados, y tu capacidad de respuesta a tiempo puede ser el factor decisivo entre la inclusión y la omisión.
5. Entender cuándo es el momento de pasar la página
Dar seguimiento a las propuestas por supuesto que funciona, pero hay que ser educado y aprender a retirarse cuando el silencio es evidente de la otra parte. Recuerda que nuestro trabajo depende de construir relaciones buenas y duraderas con los periodistas, así que ¿de qué sirve bombardearlos hasta que nos pongan en la lista negra por molestos?
Nuestra profesión se nutre de cultivar conexiones duraderas con los periodistas. Puedes mejorar tus relaciones con los periodistas si te mantienes alejado de estos escollos y construyes relaciones genuinas que resistan el paso del tiempo.
